Ya está. Apple no va a tener que desbloquear nada en el iPhone de San Bernardino ya que el departamento de Justicia de Estados Unidos anunció ayer que habían conseguido desbloquearlo ellos solitos y que retiran la orden que habían interpuesto contra Apple para forzarles a crear una puerta trasera en el terminal que les permitiese acceder a los datos del terrorista Syed Farook.
Alguien (no se sabe quién) ha echado una mano al FBI para tener acceso al terminal antes de los 10 intentos fallidos de contraseña (que hubiese formateado el teléfono) y no se ha explicado el cómo se ha hecho ni quién, cosa que ha dejado "libre" a Apple de haber tenido que cometer un error si llegan a liberarselo pero pone en duda que haya alguna opción de realizar tales acciones sobre un terminal presuntamente blindado.
Nadie esperaba (después de tanto como se ha resistido Apple) que abriesen la veda liberando ese terminal y al final así ha sido. Ningún cargo de conciencia del que arrepentirse pero sí el regusto amargo de que alguien, un extraño, haya podido ayudar al FBI a, supuestamente, entrar en el terminal de la discordia. ¿O no ha entrado? Tal vez solo haya sido la manera de difuminar todo el humo que se había creado y hayan sacado un backup de algún iTunes escondido del terrorista. ¿o no?
Saludos Manzaneros
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