jueves, 17 de agosto de 2017

Venta de datos



Hoy, ayer, y mañana, los usuarios de dispositivos móviles con IOS (iphone, ipad, ipod touch) y el resto, pero me centraré en los primeros, hemos vivido con aplicaciones gratuitas desde sus comienzos.
Cuando vamos a la Appstore, nos pierde ir a “éxitos” y de ahí a “Gratis” para ver qué podemos obtener sin gastar.  Y obtenemos.  Más de lo que imaginamos.  Algunas aplicaciones son “demos” que si quieres la funcionalidad completa debes pasar por caja y comprar la versión “Pro”, que suele ser la que lo lleva todo.  Pero otros, son gratis del todo.  Alguien ha pasado unas horas (o días) de su vida desarrollando aquello para luego venir a regalárnoslo.  ¿Así de fácil?.  Me creo que un desarrollador, para darse a conocer, ofrezca su primera aplicación gratuita.  Lo puedo entender porque le facilita llegar a más gente para que vea lo bien que hace su trabajo.  Pero, empresas de más nombre que no sacan ni una aplicación de pago y todas caen en esa sección de gratuitas me escama.  ¿Os acordáis de cuando Whatsapp era de pago en el iPhone?.  Nuestros amigos con Android nos refregaban que a ellos les había salido gratis y nosotros tuvimos que abonar unos céntimos de euro por ella.  Pero luego vino gratis, y nos alegramos de ello como si se hubiese declarado el final de una guerra.  Pero no, me parece que lo que había hecho era recién empezar.  Pero mientras eso sucedía, y Whatsapp vendía nuestros datos a terceros (de ahí que saliese gratis la aplicación) llegaban otras que veían un filón y comenzaban a hacer lo mismo.  Y nosotros adquiriendo sin dar un céntimo a cambio más aplicaciones gratuitas que inundaban las pantallas de nuestros dispositivos.  ¿Pero solo pasa con las gratuitas?  Seguro que hay personas que todo lo que tienen lo han adquirido pagando, para intentar evitar que trafiquen con sus datos, pero no es lo gratuito lo que te lleva a que trafiquen, es la intencionalidad de quién lo desarrolla.  Muchos datos que sirven con fines de ubicación, gustos, aficiones, ideologías, y muchas más cosas van vendiéndose a nuestras espaldas con fines.  Unos fines que no nos quedan claros.  ¿Quieren saber cuándo y dónde me voy de vacaciones?  ¿Para qué? Bueno, no hay que pensar demasiado si, unos días antes de cuando “saben” que te vas empiezas a recibir ofertas de paquetes vacacionales.  Además, curiosamente suelen ser cercanos a donde fuiste el año anterior.  Y qué curioso, pero como además sabían de tu “saldo”, recibes también ofertas de empresas prestamistas que te “ayudarán” a pagar las vacaciones soñadas.  Y suma y sigue.  No sabes por qué, gracias a eso que conocen de ti los anuncios se parecen más a lo que tú mismo buscarías.  Y claro, esos anuncios dirigidos tan poco al azar valen un precio.  Y ese precio lo ganan a tus espaldas, sin darte a ti nada a cambio más que una aplicación de móvil mientras ellos con tus datos y los de tu vecino, y los de tu familiar, etc.  Pero bueno, como es algo transparente, que no vemos, parece que no nos importa.  Pero son nuestros datos.  Es nuestra intimidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar comentario. Lo valoraré.